El cerdo (y el jabalí, su antecesor) ha sido desde siempre, y es
todavía, una de las principales fuentes de proteínas para el ser humano.
Además de alimento proteico y rico en grasas, cuya naturaleza dependerá
en gran medida de la alimentación del animal, la carne de cerdo aporta
vitaminas y minerales especialmente del grupo B, zinc y potasio. Este
mamífero omnívoro fue uno de los primeros animales domesticados por el
ser humano. A pesar de que el cerdo
forma parte de la dieta alimenticia del hombre desde hace más de nueve
mil años, siempre ha existido cierta reticencia en cuanto a su consumo.
Sin embargo existen varios estudios sobre la carne de cerdo y sus nutrientes. El
Instituto de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán ha hecho una
gran labor informando sobre los beneficios de esta carne roja. Está
comprobado que la carne de cerdo es una de las más ricas en proteínas,
vitaminas y minerales, esenciales para el buen desarrollo del cuerpo.
Además, esta carne roja no es detonante de cáncer, cardiopatías,
colesterol ni obesidad.
Hoy vamos a cocinar una receta que puede cubrir de forma muy digna un segundo
plato en una comida especial. La elegancia de los aromas de su salsa y la
textura de la carne hacen un conjunto sorprendente.
Para la receta de hoy vamos a utilizar unas carrilladas o carrilleras de cerdo.
Se trata de una parte del cerdo que descubrí curiosamente hace poco tiempo y que me sorprendió gratamente debido a lo agradablemente tiernas y sabrosas que resultan sobretodo cocinadas de esta manera.
Esta
receta es de las que se deben hacer el día anterior ya que durante la noche se
producen oxidaciones que mejoran sabores y texturas.
Ingredientes: ( 6 personas )
3 piezas de carrillada de cerdo limpia de grasa por persona
150 ml de caldo de carne
2 cebollas dulces
2 puerros muy frescos
3 zanahorias
1 vaso grande de vino de Oporto
2 o 3 dientes de ajo
1 vaina de vainilla
1 lata de piña en almíbar
pimienta negra para moler
harina
5 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
En la olla rápida ponemos el aceite y lo calentamos.
Sazonamos las carrilleras y las pasamos por harina y
freímos en el aceite caliente durante un minuto por cada lado,
las sacamos y escurrimos.
En la misma olla y sin raspar el fondo pegado, que luego va a ser la esencia del plato, ponemos las verduras y dejamos pochar
durante diez minutos.
Incorporamos las carrilleras junto con la vainilla abierta con una puntilla por la mitad a lo largo
y la pimienta negra. Añadimos el Oporto y avivamos el fuego para que evapore el alcohol, incorporamos el caldo. Tapamos la olla y la ponemos en el nivel de máxima presión y cuando empiece a salir el vapor, contamos 12 minutos, retiramos del fuego, y dejamos que vacíe toda la presión hasta poder abrirla. Entonces ponemos parte del almíbar de la piña y ponemos de nuevo al fuego, ya de forma normal otros 10 minutos.
Apartamos del fuego, separamos la carne en un plato.
Retiramos la vaina de vainilla y trituramos la salsa con la batidora. Incorporamos de nuevo la carne y entonces metemos la piña troceada. Ya tenemos el plato listo.
Sólo nos queda decidir con qué acompañarlo. En casa preferimos este plato con arroz basmati o largo, pero unas patatas asadas son también una buenísima opción.
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el vino es de las bodegas de Iniesta "Corazón Loco" |
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Buen provecho
me encanta tu blog, nunca más sin ideas para cocinar!
ResponderEliminarGracias Georgia, me encanta que te guste.
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