¿Puede haber algo más agradable en invierno que caldear y aromatizar el hogar de una manera natural como puede ser encendiendo el horno y preparando algún postre agradable para el deleite de nuestros sentidos?
Hoy me he dado cuenta que tenía unas manzanas en el frutero con ganas de que hiciese uso de ellas, así que sin pensarlo dos veces, me he decidido por preparar un strudel. Nada más ponerme a ello toda mi casa olía de una forma tan agradable, que los que todavía se hacían los remolones en la cama, han despertado y han venido curiosos a visitarme a mi cocina.
Y es que esta mezcla tiene sabor a hogar, a casa calentita en invierno, a jersey de lana abrigado...
Cuando conozcáis la mezcla de ingredientes tan aromáticos de los que está compuesta ésta, mi receta de Strudel de manzana, entenderéis bien de que hablo, si os animáis a prepararla comprobareis que no estoy exagerando en absoluto.
Ingredientes:
1 lámina de hojaldre
3 manzanas golden
1 cucharada de mantequilla
1 puñado de pasas
150 g de azúcar
3 cucharadas de nueces picadas
2 cucharadas de piñones
1 cucharada de canela en polvo
1 cucharada de esencia de vainilla
1 estrella de anís o anís verde en semilla
1 pizca de nuez moscada
1 pizca de pimienta negra molida
1 huevo
1 cucharada de azúcar glacé
Hola , soy Daniel . Seguro que me recordáis de la ``Lasaña de familia con pollo´´. Bien, pues hoy seré yo quien os explique esta tarta , ya que fui yo quien le dio la idea a mi madre. Para empezar os diré que esta tarta es única entre las demás tartas ya que es una delicatessen .
Como en la mayoría de veces, en la vida tenemos dos maneras de hacer las cosas: la corta y rápida o la larga y más laboriosa. La primera es
práctica y fácil, la segunda, aunque lleva más tiempo, nos hace disfrutar
más cada paso y obtener un resultado mucho más satisfactorio.
Ya están aquí de nuevo las inevitables Navidades de cada año. Hay quién intenta "pasar de ellas", hacer como si no existieran, o ser el "Krinch" de éstas fechas. Yo tuve una época en mi vida en que incluso llegué a odiarlas. Pero después de meditarlo, y viendo que es demasiada la presión en nuestra, ésta sociedad en la que vivimos, decidí que si no podía vencer al "enemigo", entonces debía unirme a él. Y la cosa se hizo aún más inevitable cuando me convertí en mamá. A todas las mamás del mundo, no hace falta que os explique porqué, y al resto... En fin, quizá algún día lo llegareis a entender.
La pasta es uno de los pilares básicos de la dieta mediterránea.
Plato saludable y nutritivo, su consumo está recomendado para todas las
edades porque aporta hidratos de carbono, minerales como el magnesio y
vitaminas que contribuyen al buen funcionamiento del sistema nervioso.
Su auténtico nombre registrado es ‘ragú clásico bolognese’, inventado, por supuesto, en Bolonia.
En la bellísima ciudad se inventaron muchas otras cosas, como la mortadela, hacia el siglo XVII, y los tortellini.
Tengo la suerte de vivir en la tierra de las naranjas por excelencia. En especial ahora mismo podemos disfrutar de la mejor época para hacer uso de ellas. Enteras, cocinadas, en ensaladas, en zumos, confitadas y en innumerables postres deliciosos: bizcochos, cocas, flanes, rosquillas... Sólo de nombrarlos se me hace la boca agua. Bueno, creo que he dejado bien claro que me gustan las naranjas. Y si además de ésto tienes la suerte de tener un amigo que te regala las naranjas de su propia cosecha... En fin, gràcies Vicent.
Siguiendo con las recetas asiáticas quiero compartir con vosotros una receta riquísima que estoy segura que va a gustar a todos los amantes de la combinación dulce-salada que tienen, gran cantidad de recetas, de la comida oriental.
Hola a todos. Hoy puedo decir que ya hace más de dos meses que empecé mi blog, y que nunca había llegado a imaginar que tendría tanto éxito a nivel de visitas internacionales. Me siento orgullosa porque ya lo visitan desde países remotos como Rusia o China. Así que en honor a ellos hoy voy a prepara un plato asiático de una manera bastante fácil, y con un resultado fantástico.
Me gusta tomarme en serio lo de alimentarme bien. Cada vez estoy más de acuerdo con lo de : " somos lo que comemos" y con lo de: " que tu alimento sea tu medicina, y tu medicina sea tu alimento " y se muy bien de lo que hablo.
Cuanto más salgo a comer o a cenar fuera de casa, más me convenzo de que como en casa de uno no se come en ningún sitio. Quizá suene a un tópico, pero hoy en día es difícil encontrar un menú al alcance de todos y que esté bien compensado en relación calidad precio, en lo que a restaurantes se refiere.
